En los últimos años las cubiertas planas se han puesto muy de moda en las construcciones residenciales de estilo moderno. Aunque ya se usaban en edificios industriales, por lo que a lo largo de los años se ha visto que este tipo de tejados necesitan igualmente instalaciones de evacuación del agua de lluvia. Si bien son muchos los que opinan sobre las ventajas y desventajas, como en lo relativo a la limpieza de los canalones o al aprovechamiento del espacio. Lo cierto es que son muchos los motivos para colocar un sistema de drenaje de lluvia, analizamos todo lo relativo a este tema.
Desventajas de los techos planos
Los techos con cubierta plana tienen muchas ventajas frente a los tejados a dos aguas, si no fuera así no se elegiría este sistema para tantos edificios. Sin embargo, también tienen algunos inconvenientes que no debemos olvidar y que son especialmente importantes cuando valoramos la instalación de un mecanismo que ayude a drenar el agua de lluvia.
- Mantenimiento. Sin duda la mayor desventaja de estas cubiertas es que al no tener inclinación o una muy reducida el agua de lluvia se acumula fácilmente. Ocasionando multitud de problemas en el edificio que pueden poner en riesgo la integridad del mismo. Igualmente en el caso de colocar canalones el mantenimiento del sistema de bajantes y conductos pluviales también es más costoso que en una cubierta inclinada.
- Absorción del calor. Estos techos suelen retener el calor procedente del sol, lo que es especialmente perjudicial para la climatización del edificio. Aunque es cierto que en lugares en los que la temperatura sea muy elevada también puede ayudar a la evaporación del agua de lluvia de la superficie.
Motivos para canalizar el agua de lluvia de una cubierta plana
Son muchas las razones para hacer una instalación de conductos pluviales que evacúen el agua de una cubierta plana. Estas son las principales:
- Evita el crecimiento de moho por la acumulación continua de humedad.
- Previene la erosión de la superficie de la cubierta.
- Protege el edificio frente a la proliferación de plagas de insectos por la presencia de agua.
- Ayuda a la conservación de la fachada del edificio.
- Actúa para frenar el deterioro general de la construcción.
- Elude la aparición de humedades tanto en los techos, como en las viviendas y cimientos del edificio.
Sin duda son motivos suficientes para contactar con un profesional y escoger canales de aluminio o cualquier otro material para llevar a cabo una instalación. En caso de que contemos con una cubierta plana sin ningún sistema de drenaje.
Sistemas de drenaje en tejados planos
Una vez tenemos clara la importancia de hacer una instalación para evacuar el agua de lluvia del techo debemos elegir el tipo de montaje. Tenemos fundamentalmente tres opciones diferentes, aunque cada una con sus particularidades.
- Drenajes internos. Se trata de conducciones de agua que recogen la lluvia mediante sumideros y la trasladan por el interior del edificio para su evacuación. Son los más comunes cuando la instalación se realiza al mismo tiempo que se construye el edificio. Ya que un montaje posterior puede tener unos costes muy elevados.
- Canalones. Sin duda la mejor opción cuando el edificio ya está terminado. Simplemente debemos dar cierta inclinación a la cubierta para facilitar que el agua vierta en los canales. En este caso además las opciones son múltiples, desde colocar un sistema de canalones de cobre, zinc o aluminio.
- Imbornales. Aunque puede parecer la opción más económica, a la larga puede resultar en graves complicaciones. Los imbornales son aberturas en los laterales de la cubierta que permiten que el agua caiga por la fachada y no se acumule en la superficie. Sin embargo, es habitual que se atasquen o que la cubierta no drene correctamente. Causando la aparición de charcos y balsas de agua que dañan la construcción.
